23 feb 2008

No se trata de . . . . ver para creer
sino de creer para ver
de la película El orfanato

19 feb 2008

¡Hagamos la revolución amigo!
Pero que no sea otra de esas violentas, con muertos en las calles y periódicos ensangrentádos: no, no seamos iguales a "ellos".
Esta revolución será diferente, amigo/a. Primero decretaremos que todos somos hermanos/as, una gran familia revolucionaria.
Después nos reuniremos a protestar y festejar al mismo tiempo; teatro, danza, música, artes plásticas, literatura, cine: todo lo que se pueda. Contagiaremos el arte como la mayor epidemia incurable que azote a la humanidad.
Todos serán aceptados: los viejos bailarán e interpretarán un drama shakespiriano, los niños escribirán historias sobre un pollito azul que viajó a marte.
¡Quitémosle el mundo de sus sucias manos de malos políticos!
Demostraremos que la razón, el conocimiento y el arte son las herramientas con las que construimos un mejor hoy: dejemos de preocuparnos tanto en el mañana, esos son planes a largo plazo. Esta revolución es inmediata.
¿Que quién comenzará, preguntas mi amigo/a, mi hermano/a?
Yo comenzaré, y si luego tú estás dispuesto también comenzarás. Cada inicio será nuevo, único, original. Entonces así, poco a poco, todos los interesados comenzaremos, renaceremos eternos pues todo lo que el arte toca se vuelve imperecedero.
Eso sí, que no sea prioridad cambiar la manera de pensar de los demás, sólo les regalaremos las habichuelas mágicas, ellos decidirán si la riegan y la dejan crecer. Cambiaremos al mundo sin dejar que él nos cambie primero a nosotros: así de ambiscioso.Regresemos a los inicios, en donde la naturaleza no necesite ser destruida si no venerada día a día por sus milagros.
¡Hagamos la revolución, amigo/a, hermana/o, familia! Si tú quieres, te invito. Nadie será excluido. Si no quieres, te respeto y espero que esto no cambie en nada nuestra amistad, nuestra hermandad: de mi parte siempre seguirá igual.

Roberto García Avendaño

13 feb 2008

Receta de la Felicidad

Ingredientes:
• Una libra de recuerdos infantiles.
• 2 tazas de Sonrisas.
• 2.5 libras de esperanzas.
• 12 onzas de Ternura.
• 5 latas de cariño.
• 40 paquetes de alegría.
• 1 pizca de locura.
• 8 tazas de Amor.
• 5 libras de Paciencia.

MODO DE PREPARACIÓN:

• Limpia los recuerdos, quitándoles las partes que estén echadas a perder o que no sirvan. Agrégale una a una las sonrisas, hasta formar una pasta suave y dulce.
• Ahora, añade las esperanzas y permite que repose, hasta que doble el tamaño.
• Lava con agua cada uno de los paquetes de Alegría, pártelos en pequeños pedacitos y mézclalos con todo el cariño que puedas.
• Aparte, incorpora la paciencia, la pizca de locura y la ternura cernida.
• Divide en porciones iguales todo el amor y cúbrelo con la mezcla anterior.
• Hornéalas durante toda tu vida en el horno de tu corazón.
• Disfrútalas siempre con toda tu familia y seres queridos.

CONSEJO FINAL:Puedes agregar a la mezcla anterior dos cucharadas de comprensión y una libra de comunicación para que la receta te dure para siempre. Pero sobre todo, lee siempre el libro de recetas llamada Biblia, del Chef Superior, Dios. Por ti mismo no podrás, con él si lo lograrás.